Te presentamos éste divertido cuento de Ema Wolf, que empieza así...
Las esponjas suelen contar historias muy interesantes, el único problema es que lo cuentan en voz muy baja y para oírlas hay que lavarse muy bien las orejas. Una esponja me contó una vez lo siguiente: En una época lejana las guerras duraban mucho, un rey se iba a la guerra y tardaba treinta años en volver, cansado y sudado de cabalgar, y con la espada tinta en chinchulín enemigo.
Algo así le sucedió al rey Vigildo. Se fue a la guerra una mañana y volvió veinte años más tarde...
Para seguir leyendo hace clic en el siguiente link:
https://docs.google.com/document/d/1qX8tnXST6KzumGJl8RgB7ti9Po71uwV7g5-xmJ2dJAY/edit
HABÍA UNA VEZ...
Éste blog se creó con la intención de poder brindar un espacio tanto para la recreación como para el disfrute de grandes y chicos... Se trata de un espacio para dejar volar la imaginación y entrar en un nuevo mundo... Es por eso que te invitamos a recorrerlo... ¡No te vas a arrepentir!


domingo, 28 de octubre de 2012
Filotea - Ema Wolf..
Filotea tenía que tomar una decisión importante.
- ¿Me tiro o no me tiro?
Miró para abajo.
-¡Gggg! ¡Me da vértigo!
Volvió a mirar.
-¡Gggggggggg!
Se dijo a sí misma: “Filotea, coraje.”
Juntó las manos, cerró los ojos, apretó la respiración, tomó impulso y… no se tiró.
-¿Qué hago?
Se puso rodilleras, muñequeras, zapatos de corcho, un almohadón en el traste.
-Ahí voy. Un, dos, trr…
No fue.
-¡Es tan alto! ¿Y si me estrello? Necesito más protección.
Se puso un chaleco neumático, un casco, un paracaídas en la espalda. Lo último fueron las antiparras.
Entonces sí: pegó envión y zzzzzzzz cayó planeando sobre la vereda sin romperse nada.
Las hojas como Filotea siempre exageran un poco, pero al final, en el otoño, se animan y zzzzzzzz caen.
- ¿Me tiro o no me tiro?
Miró para abajo.
-¡Gggg! ¡Me da vértigo!
Volvió a mirar.
-¡Gggggggggg!
Se dijo a sí misma: “Filotea, coraje.”
Juntó las manos, cerró los ojos, apretó la respiración, tomó impulso y… no se tiró.
-¿Qué hago?
Se puso rodilleras, muñequeras, zapatos de corcho, un almohadón en el traste.
-Ahí voy. Un, dos, trr…
No fue.
-¡Es tan alto! ¿Y si me estrello? Necesito más protección.
Se puso un chaleco neumático, un casco, un paracaídas en la espalda. Lo último fueron las antiparras.
Entonces sí: pegó envión y zzzzzzzz cayó planeando sobre la vereda sin romperse nada.
Las hojas como Filotea siempre exageran un poco, pero al final, en el otoño, se animan y zzzzzzzz caen.
lunes, 22 de octubre de 2012
"Cuentos en el Nivel Inicial.."
Te presentamos aquí una planificación de cuento para su realización en las aulas de los más chicos... anímate a sumar nuevas ideas..!!
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